MADRID. Expertos en seguridad vial pidieron que se erradiquen en Latinoamérica las prácticas irregulares de compra de licencias de conducir, apostaron por endurecer los procedimientos para obtener los permisos y abogaron por un sistema homogéneo de formación de conductores.
Son algunas de las conclusiones del congreso de seguridad vial Inter-Cisev que esta semana reunió en Madrid a más de doscientos especialistas en la materia y responsables de tráfico de los países de Latinoamérica y el Caribe, Estados Unidos, Portugal y España.
Coinciden los expertos en que la formación de los conductores es una asignatura pendiente en América Latina, por lo que ven necesario dar una respuesta homogénea al establecimiento de pruebas teóricas y prácticas, al endurecimiento del sistema de obtención del carné o a la formación de infractores reincidentes o de profesores de autoescuela.
Las conclusiones, difundidas hoy, hacen hincapié en la práctica común en esa región de comprar el permiso de conducir, algo que se debe erradicar, así como la posibilidad de adquirir la licencia en un país cuando se ha perdido en otro.
Asimismo, creen conveniente un espacio homogéneo de formación de conductores en Iberoamérica que, respetando la independencia de cada país, asegure unos mínimos requisitos de seguridad y calidad.
Opinan también que, en general, la formación no debe limitarse al período de aprendizaje para conseguir el carné, sino que los usuarios deberían ser formados como "pre-conductores" antes de alcanzar la edad legal para obtener la licencia y los veteranos al volante someterse a programas de reciclaje.
Y todo ello, dicen los expertos en sus conclusiones, porque la formación "es la mejor vacuna" que puede utilizarse contra la siniestralidad vial.
Hacen referencia asimismo a la labor de los policías de tránsito, que en los países emergentes se enfrentan a retos importantes, como pone de manifiesto el ejemplo de Lima, donde en diez años el parque automovilístico ha crecido un 231 por ciento.
"La dotación de recursos materiales y humanos, así como una adecuada capacitación de los agentes se antojan imprescindibles para atender las necesidades de los ciudadanos en términos de seguridad y movilidad", subrayan los expertos.
También ven necesario el fortalecimiento institucional para reducir la siniestralidad, ya que se ha constatado que los países que han constituido "organismos fuertes, capaces de liderar políticas sólidas en materia de seguridad vial, han conseguido, al menos en parte, los objetivos que se proponían".